Cambia tu perspectiva
¿Mas fácil dicho que hecho? Es cierto, muchas veces nos dicen que le busquemos el lado positivo a las cosas, ¡como si fuera tan fácil! No obstante, ¿quién dijo que tiene que ser ahora mismito en este instante? Ver lo bueno no es cuestión de un día, sino de hacer el ejercicio diario hasta que se convierta en un pensamiento automático.
En mi artículo “#ThePowerOfPerspective” explico el enorme poder que tiene la perspectiva, aquí les daré unas cuantas técnicas de como usar la perspectiva a nuestro favor. Recuerden que al final del día, nuestra percepción de los acontecimientos es lo que define nuestra actitud. Por lo tanto, aprendamos a transformar lo negativo en positivo de una manera práctica. Una vez que practiques estos consejos, aceptarás con facilidad las cosas que no puedes cambiar y te sentirás mejor contigo mismo.
"Una técnica sencilla es invertir lo que te está sucediendo".
Una técnica sencilla es invertir lo que te está sucediendo. Por ejemplo, si un día sientes que te despiertas con el pie izquierdo y estas desanimado, proponte y di: “hoy me levanté con el pie correcto, tengo ánimos!” Te lo dices dos o tres veces y tu mente ya empieza a asimilarlo y a creérselo. Esto genera pensamientos alternativos y opuestos a esas ideas pesimistas que te estaban produciendo mal estar. Es decir, puedes dar un giro hacia el optimismo al cambiar el discurso de tu diálogo interno. Es mucho mejor proponerse a estar bien y aprovechar el día de manera positiva que pasarlo entre quejas y negatividad.
Otra técnica es separar nuestra identidad con lo que nos ocurre en un momento determinado. Por ejemplo, si te va mal en el trabajo, a veces convertimos ese “me fue mal en el trabajo” y lo llevamos a “no sirvo en mi trabajo”. Si esto te ocurre, verifica qué tan verdadero es lo que estás pensando. Pregúntaselo a tu mente lógica, calcula las estadísticas de las veces que realmente te ha ido mal y verás como se comienza a desarmar ese pensamiento limitante. No te tomes tus pensamientos como verdad absoluta.
"Imaginarse como pudo haber sido peor la situación, también ayuda".
Imaginarse como pudo haber sido peor la situación, también ayuda. Por ejemplo, llegaste tarde a una cita en la peluquería y no te pudieron atender, la reprogramas, pero sigues enojada. Imagínate entonces que llegaste tarde, que no pudiste reprogramar, y que encima de eso te cobran una penalidad por no cancelar a tiempo. Recuerda que siempre hay espacio para que las cosas puedan ser peores.
Por último, encuentra las oportunidades y los aprendizajes en lo negativo. Descubre cuáles son las nuevas posibilidades que te brindará ese camino y como serás mejor persona a partir de ahí. Por ejemplo, estás estancado en la dieta y llevas una semana sin rebajar nada. Pregúntate, ¿qué te aporta esta experiencia, qué has aprendido y qué acciones vas a tomar ahora? Detente a analizar qué puedes aprender de esa situación, para que entiendas qué te esta sucediendo y tu perspectiva cambiará.
Es momento de ponerse las pilas y terminar de interiorizar que lo negativo es cuestión de perspectiva. El que quiere sentirse infeliz siempre encontrará un motivo. Al final, todo se reduce a con qué perspectiva quieres vivir.