¿Necesitas fuerza de voluntad?
La fuerza de voluntad es lo que entra en función cuando la motivación no está en su mejor momento. Cuando estamos muy motivados, se nos hace mas fácil cumplir nuestros objetivos porque tenemos ese motor empujándonos hacia la recta final. No obstante, cuando la motivación es limitada, lo que realmente hace una diferencia a largo plazo es la disciplina para entrenar esa fuerza de voluntad; entrenarla para desarrollarla y seguir entrenándola para mantenerla. Esto no es tarea fácil. En algún momento, todos hemos perdido la batalla de las barreras que encontramos en el camino. No obstante, sin fuerza de voluntad, difícilmente logremos nuestras metas. Por lo tanto, es un tema que debemos trabajar y reforzar constantemente para mantenerla activa.
"Lo primero que debemos hacer es mantener el enfoque en la meta final".
Lo primero que debemos hacer es mantener el enfoque en la meta final, y, sobre todo, en la ganancia que vamos a obtener con esa meta. No nos vamos a enfocar en las tareas por sí solas, sino en el panorama completo. Por ejemplo, si no te gusta hacer ejercicios, no lo veas como una misión aislada, míralo desde la perspectiva de tu objetivo y conviértelo en una de las muchas cosas que requieres para estar en salud, sentirte bien y lograr tu imagen deseada. Esto te recordará lo que significa ese objetivo para ti, facilitándote la fuerza y la energía para hacerlo, y de repente, ¿por qué no?, hasta a disfrutar los ejercicios.
No permitamos que nuestra fuerza de voluntad pierda resistencia por un error en un mundo donde todos estamos condenados a cometerlos. Aceptemos nuestros errores, no como derrota, sino de manera eficiente. Encontrar el aprendizaje en cada uno de ellos y tomar acción la próxima vez. Cuando te sientas vencido, a punto de renunciar, recuerda que tus habilidades mejoran con la práctica. ¡Al principio pueden parecer difíciles las tareas, pero la práctica hace el maestro!
"Tener una fuerza de voluntad sólida nos ayuda".
Tener una fuerza de voluntad sólida nos ayuda, pero tampoco hay que estar poniéndola a prueba diariamente. Por ejemplo, si tu meta es bajar de peso, no tengas tentaciones de comida en tu casa. Si tenerlas es obligatorio, ya sea porque los niños comen dulces o tu esposo toma refrescos, exige guardarlas en un lugar donde no las veas. Cuando no vemos las cosas, desaparecen de la mente consciente y tendemos a olvidarlas. Esto suena trivial, pero funciona muy bien.
Una estrategia es aplicar la regla de los 15 minutos. Cuando tengas el deseo de comer fuera de tu plan, espera sólo 15 minutos, es muy probable que, en ese tiempo, el deseo renuncie. Aplicar la regla de los dos vasos de agua también funciona. Ponle un obstáculo a esa tentación y oblígate a tomar dos vasos de agua antes de comerte ese antojo. Por último, si quieres comprar un dulce, compra mejor los ingredientes y ponte a hacerlo. Estoy segura que ese anhelo de comerlo cederá con más facilidad.
En fin, la fuerza de voluntad no se trata de saber el camino para llegar al objetivo, sino de perseverar para lograrlo, a pesar de las barreras que nos puedan impedir llegar a él. Recuerda siempre el panorama y no te rindas. Aunque no veas los resultados inmediatos, ten en cuenta que todo es un proceso y “no existen atajos a lugares que valga la pena ir” (Beverly Sills).